Escrito por Juan Antonio Castillejos
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El pasado 8 de octubre, Google anunció el despliegue de su AI Mode en 50 nuevos países, incluido España, y en 36 idiomas. Después de meses de pruebas en Estados Unidos y Reino Unido, el botón “Modo IA” ya aparece en el menú de Google Search para los usuarios que elijan activarlo y con él un nuevo concepto de búsqueda y de relación con los contenidos.
¿Qué cambia frente a AI Overviews?
Una diferencia sustancial es el uso activo por parte del usuario: AI Overviews se relaciona con el usuario por defecto. Dependiendo de la búsqueda del usuario, AIO puede activarse y ofrecer su contenido generado mediante IA por delante de cualquier otro resultado. AI Mode, en cambio, requiere una acción consciente del usuario, dado que es este quien debe activarlo. Su funcionamiento y concepción también son distintos: no ofrece resúmenes dentro del buscador, sino una experiencia conversacional completa, en la que el usuario puede mantener un diálogo con la IA y obtener información sin salir de la página.
Según Robby Stein, vicepresidente de producto en Google, el objetivo es ofrecer una búsqueda “coherente, conversacional y multimodal”, capaz de responder a cualquier pregunta integrando todo el ecosistema de datos de Google. Una búsqueda más humana, más contextual y más inmediata.
Primeros datos y reacciones
Los datos y análisis recopilados por Kevin Indig en Search Engine Journal apuntan a un cambio radical: más del 90 % de las sesiones en AI Mode no generan clics externos. El usuario encuentra y conversa con la información directamente dentro del entorno de Google.
Aunque la adopción aún es baja, los testers perciben AI Mode como más ágil y natural que AI Overviews, lo que podría animar a Google a convertirlo en el modo por defecto. Mientras tanto, los medios y creadores observan con cautela cómo se difumina la atribución del tráfico: según SEJ, varios editores reportan una “pérdida de transparencia en las rutas de referencia”, lo que complica la medición de visibilidad.
Privacidad, desinformación y el reto de la confianza
No todo son buenas noticias en cuanto a la IA generativa. Un informe de Brave advierte que las interfaces basadas en modelos generativos como las que usa AI Mode podrían exponer metadatos y fragmentos de historial si no se gestionan con un cifrado sólido. El problema no está en el buscador en sí, sino en cómo los modelos de IA procesan y almacenan las interacciones.
Para mitigar riesgos de desinformación, Google está probando BlockRank, un algoritmo que filtra las fuentes de referencia antes de que la IA las use en sus respuestas. Evalúa su reputación, coherencia y calidad, actuando como una “capa de seguridad cognitiva” para evitar citas de baja autoridad. Se trataría de un complemento a los resultados ofrecidos mediante IA generativa de Google, que los dotaría de una capa de fiabilidad adicional.
Una web cada vez más conversacional
En paralelo, OpenAI ha lanzado ChatGPT Atlas Browser, un navegador que combina búsqueda, exploración y asistencia conversacional en tiempo real. El usuario puede navegar y pedir al modelo que le explique o resuma los contenidos sobre la marcha. Atlas y AI Mode representan dos caminos hacia la misma idea: una búsqueda en la que ya no esperamos encontrar resultados, sino dialogar directamente con la información.
Lo que viene
Con la llegada de AI Mode a España, la búsqueda entra en una etapa híbrida: más predictiva, más personalizada y con los modelos conversacionales ganando terreno a la búsqueda tradicional. Los retos de privacidad, veracidad y atribución del tráfico son enormes, pero también las oportunidades: quien consiga que la IA reconozca el valor de su contenido será quien lidere la visibilidad en esta nueva era de la búsqueda generativa.




